¿Qué es la Isquemia Crónica de Miembros Inferiores?
La isquemia arterial crónica es una enfermedad de las arterias que se produce debido a una disminución lenta y progresiva del riego sanguíneo en un territorio del organismo, generalmente en las extremidades inferiores. Es una enfermedad mucho más frecuente en varones que en mujeres.
¿Cómo se produce?
En la mayor parte de los casos la causa de esta disminución del
riego sanguíneo es la presencia de ateroesclerosis.
La ateroesclerosis es una enfermedad de las arterias en las que se
produce un estrechamiento de su calibre debido a la acumulación de
lípidos y células inflamatorias formando lo que se conoce como
placa de ateroma. Estas placas provocan una disminución de la luz
del vaso por lo que la cantidad de sangre que circula a través de
ellos es menor. Debido a la disminución del flujo sanguíneo, el
aporte que reciben los grupos musculares de los miembros
inferiores es menor durante el ejercicio (al caminar). Para
suplirlo se desarrolla una circulación colateral, así la
enfermedad no se manifiesta hasta que la obstrucción de la luz del
vaso es importante (más de la mitad).
Los factores que
favorecen la ateroesclerosis son los que facilitarán la aparición
de isquemia arterial crónica como son: tabaco, diabetes, aumento
del colesterol y los lípidos, obesidad y sedentarismo.
Síntomas
El síntoma predominante es la aparición de dolor en las
extremidades que aparece cuando el paciente camina y que aumenta
de forma progresiva hasta que le obliga a detener la marcha. Este
dolor desaparece típicamente con el reposo. Esta situación se
conoce como claudicación intermitente. El paciente es capaz de
caminar una distancia (generalmente sólo unos metros) hasta que
aparece el dolor.
El dolor puede aparecer antes cuando el paciente realiza un
sobreesfuerzo como subir escaleras o una pendiente.
En estadios de la enfermedad más evolucionados puede aparecer el
dolor incluso durante el reposo y presentar lesiones en la piel
(úlceras) por la mala irrigación.
La mala circulación puede dar lugar a frialdad y palidez de la
piel y disminución del vello corporal de esa zona.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se basa fundamentalmente en los síntomas que
explica el paciente, la exploración física y en una serie de
pruebas que permiten confirmar el mal estado del sistema
arterial.
En la exploración del miembro afectado se valora el color y la
temperatura de la piel (aparece frialdad y palidez al elevar el
miembro) y los pulsos arteriales en las extremidades.
Exploraciones complementarias
Ecodoppler: permite ver la morfología y el diámetro de los vasos y
el estado de la circulación arterial.
Índice tobillo/brazo: es el método no invasivo más utilizado. Se
realizan unas mediciones de presión arterial en el tobillo y en el
brazo y los resultados permiten estimar el grado de elasticidad de
las arterias.
Angioresonancia: se realiza sobretodo cuando la clínica y el
resultado de las pruebas son dudosas.
Arteriografía: es una prueba invasiva. Permite localizar la
extensión y localización de las lesiones en el árbol vascular.

Tratamiento
El objetivo del tratamiento médico es evitar que la enfermedad
siga progresando.
Es fundamental el tratamiento de los factores de riesgo. Se
recomienda abandonar el tabaco, control del colesterol, de la
presión arterial y de la diabetes. Realizar ejercicio físico
programado al menos de 30 minutos por sesión 3 veces por
semana.
El tratamiento farmacológico se basa en el uso de fármacos que
favorecen el flujo de la sangre y que evitan el crecimiento de las
placas de ateroma y la aparición de trombos. Se utilizan los
antiagregantes como el ácido acetil salicílico y los
vasodilatadores como la pentoxifilina.
El tratamiento de revascularización pretende restaurar el flujo
sanguíneo arterial. Se puede realizar mediante una angioplastia
percutánea o mediante la realización de un by-pass.
La angioplastia es un procedimiento mediante el cual se reabre la
arteria o arterias que están estenosadas (estrechas) por medio de
un balón , se suele colocar una pequeña malla metálica (stent)
para mantenerla abierta.
En la cirugía de bypass se coloca un trozo de vena sana de otra
parte del cuerpo o realizada de material sintético que permite
para saltar el tramo arterial obstruido y restablecer el flujo
sanguíneo.
La complicación más grave de la isquemia arterial crónica es la
ausencia total de flujo en la extremidad y por tanto la muerte
(necrosis) de los tejidos cuya única solución es la amputación
quirúrgica de la extremidad afectada.
Prevención
Evitar los factores de riesgo como el tabaco y la obesidad, así como el control de la diabetes, hipertensión y colesterol disminuirá el riesgo de esta enfermedad.



